La red que expedía actas del registro civil falsas operaba tanto dentro como fuera del centro de servicios de la Oficina Central del Registro Civil, con la participación no sólo de empleados, sino también de los llamados “buscones”, que también estafaron a usuarios.Las investigaciones realizadas luego de denuncias de empleados y usuarios indican que esa red se dedicaba a alterar libros del registro civil y a inscribir personas en ellos después de cerrado el folio.Los investigadores detectaron además actas hechas al vapor, arregladas en el sistema informático, anotaciones hechas sin ningún soporte legal y otras irregularidades. En septiembre, María Ledesma denunció que un “buscón” le cobró 3,500 pesos para corregirle una fecha en su acta de nacimiento que estaba diferente en su cédula. Se retiró de la Oficina Central del Registro Civil pensando que había resuelto su problema.
Sin embargo, cuando fue a la Dirección de Pasaportes se dio cuenta que no le habían registrado ningún cambio en el sistema informático.
Otra denuncia fue presentada a la JCE por un empleado de esa misma Oficina Central, luego de detectar a otra empleada escaneando libros con su número de usuario, pero de manera irregular. Esa situación le provocó sospecha y solicitó una investigación de ese caso.
En otro informe, se señala que uno de los involucrados en la red le había pedido por teléfono a un empleado para que le escaneara un libro y que a cambio le iba a dar “una cosita en efectivo”.
Dice que el empleado se molestó y no accedió a la petición de su compañero.
Otro caso sobre irregularidades detectadas involucra a otro empleado de esa misma dependencia, quien también fue sorprendido tratando de escanear los folios 90, 91 y 92 del libro 1168 de 1995, pertenecientes a la Cuarta Circunscripción del Distrito.
Listín Diario
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