16.11.15

Margarita Cordero recibe el Premio Nacional de Periodismo 2015

El presidente Danilo Medina entregó este lunes el Premio Nacional de Periodismo 2015 a la periodista Margarita Cordero, quien fue seleccionada por el jurado designado por el Ministerio de Educación (MINERD) y el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), que valoró “su rol en favor de la libertad de prensa, sus aportes a la lucha por la emancipación de la mujer y, particularmente, contra la violencia de que es objeto”. 
Además del pergamino que la acredita con el Premio, el mandatario entregó a Cordero en compañía de directivos del CDP, un cheque por un millón de pesos durante una ceremonia realizada en el Salón Las Cariátides del Palacio Nacional, a la que asistieron funcionarios del gobierno, familiares y amigos de la homenajeada y representantes de medios de comunicación. 
El discurso central del acto de entrega del Premio lo pronunció el Ministro de Educación, licenciado Carlos Amarante Baret, quien destacó las cualidades profesionales de la homenajeada. Dijo que el jurado decidió de forma libre y democrática entregarle el Premio Nacional de Periodismo a Margarita Cordero para reconocer su intensa labor periodística. 
En tanto que el presidente del Colegio Dominicano de Periodistas Olivo de León tuvo a su cargo las palabras de bienvenida del acto que contó con una masiva presencia de periodistas de todo el país, así como antiguos compañeros de trabajo de homenajeada. 
Tras recibir el Premio y la dotación metálica de parte del presidente Medina, la periodista Margarita Cordero dijo que siente satisfacción, “digámoslo sin falsas modestias, porque el empeño que ha consumido una parte importante de mi energía vital e intelectual es merecedor de reconocimiento público”. 
Pero también dijo sentir extrañeza “porque he creído siempre en que, como dijera un autor español leído hace ya muchos años, nadie merece nada por cumplir con el destino elegido por propia voluntad y a propio riesgo”. 
“Yo elegí ser periodista, con todas sus implicaciones para mi vida, en esos tiempos ya lejanos en que este país irredento se asomaba por primera vez en más de tres décadas a la posibilidad de la palabra dicha sin miedo. A la palabra que florecía las calles”, afirmó.

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