24.7.11

Corrupción con libros de texto encarece sus precios

Propietarios y directores de colegios privados cobran comisiones de hasta un 30% por preferir a determinadas editoras al elaborar las listas de libros de sus estudiantes; en algunos casos, la ganancia de esos centros se duplica cuando participan en la venta de textos.

La corrupción en el mercado de los libros de texto, matizado por la competencia desleal, que propicia la participación de los colegios privados en el negocio, provoca que los precios de éstos se disparen en más de un 50 por ciento.

Los precios de los textos se encarecen cuando los dueños y los directores de colegios cobran comisiones de hasta un 25 por ciento por preferir a determinadas editoras al momento de elaborar las listas de libros de sus estudiantes.

Esa guerra de las editoras por controlar el mercado provocó que una firma controle el 60 por ciento de éste. Sus libros son los más caros del país.

Las ganancias de los centros educativos privados se duplican cuando sus propietarios participan en la comercialización de los textos y los venden a sus estudiantes, con ganancias adicionales que oscilan entre un 25 y un 30 por ciento.

Por otro lado, las empresas editoras otorgan ganancias de hasta un 30 por ciento a las librerías y las plazas comerciales que comercializan esa mercancía.

Ese y otros aspectos de la intermediación del negocio provoca que un texto que debió venderse en el mercado entre RD$200 y RD$250, cueste RD$1,200, RD$900 y RD$800.

Los editores que tienen esos precios en las librerías, el año pasado vendieran los mismos textos al ministerio de Educación a RD$100 y RD$172.

Ese hecho evidencia la gravedad de la situación.

Esos precios exceptúan los libros de inglés y francés que fueron comprados por las autoridades entre US$7.98 y US$9.90.

Los textos integrados que intentó imprimir esa dependencia a principios de este año costarían RD$60 cada uno.

El Ministerio de Educación, que en 2010 invirtió más de RD$341.7 millones en la compra de libros de textos para las escuelas públicas, logra esos precios gracias a las licitaciones que realizó entre las empresas nacionales e internacionales que operan el negocio.

Algunos editores de textos prefieren no vender en librerías ni en colegios y limitarse a hacer negocios con el Ministerio de Educación, donde consideran que imperan reglas del juego claras.

Especialistas del área consideran urgente e imprescindible la intervención del Estado en esa práctica que ha convertido el negocio de los textos en uno de los más lucrativos.

Pero a su vez, provoca que la compra de libros se convierta en un dolor de cabeza para los padres de clase media y baja, años tras años.

UN APUNTE

Falta de controles

Algunos libreros consultados atribuyen las irregularidades en el negocio de los libros de textos a la falta de controles de parte del Estado. Consideran que es imprescindible que las empresas editoras e impresoras cumplan a cabalidad la Ley de Libros y Bibliotecas”. El Nacional 

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